Revisión Técnica Obligatoria, Verificación Técnica Vehicular, Inspección Técnica Vehicular, o Revisión Técnica Vehicular. Son distintas maneras de llamar a una misma cosa, aquel control periódico que deben realizar todo tipo de vehículos en Argentina. Se trata de una exigencia establecida por la Ley Nacional de Tránsito, a la que adhieren Ciudades y Provincias de todo el país. La RTO consiste, brevemente, en un chequeo del estado del auto, que busca evitar accidentes y reducir la contaminación. En el caso que no cumplas con la VTV podés recibir multas de tránsito, pero además, te pueden retener o secuestrar el vehículo.
Revisión Técnica Obligatoria
En distintas ciudades y provincias del país se exige una inspección periódica de los vehículos, ya sean motos, autos, camionetas, camiones, ambulancias o colectivos. Todos deben someterse a una revisión técnica que examina las distintas partes del rodado. El objetivo de la verificación permite conocer si está en correcto funcionamiento, y si cumple con las condiciones mínimas para circular por la vía pública.
Además, la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) lo que busca es reducir la contaminación que producen los automotores. Tanto la contaminación sonora, a nivel de ruido, como la contaminación ambiental por los gases producto de la combustión.
“Todos los vehículos automotores, acoplados y semirremolques destinados a circular por la vía pública están sujetos a la revisión técnica periódica a fin de determinar el estado de funcionamiento de las piezas y sistemas que hacen a su seguridad activa y pasiva y a la emisión de contaminantes”, establece la Ley Nacional de Tránsito sobre la VTV.
El no haber cumplido con la Revisión Técnica del auto implica sanciones para los automovilistas. Los agentes de tránsito pueden hacerte una multa, pero incluso tienen la posibilidad de retener la licencia de conducir y secuestrar el vehículo, llevándolo con una grúa a un depósito y mantenerlo en guarda hasta tanto lo retires.
En qué consiste la Revisión Técnica Obligatoria
La Revisión Técnica Obligatoria o RTO, llamada así en Santa Fe, consiste en un chequeo general del vehículo. A través de la inspección se revisan distintas partes del auto, por ejemplo, piezas y sistemas fundamentales que hacen a la seguridad. El objetivo de la revisión es determinar si el auto cumple con todas las condiciones de seguridad exigidas por la Ley y si funciona correctamente, para así determinar si puede o no circular por las calles y rutas del país.
Por ejemplo, a un auto se le controla si funcionan los frenos, verifican que la suspensión actúe correctamente, revisan si cuenta con paragolpes, chequean el polarizado del parabrisas y vidrios, entre otras cosas. Luego de la verificación del auto se determina si tiene la aprobación o no para circular.
Para qué sirve la Verificación Técnica Vehicular
La RTO también se conoce como Verificación Técnica Vehicular (VTV), principalmente en CABA y Provincia de Buenos Aires. La revisión tiene como objetivo verificar el estado general de un vehículo, como ya dijimos. Apunta a las condiciones de seguridad y la contaminación que produce el rodado. La motivación de implementar la VTV en Argentina surgió de la enorme cantidad de accidentes de tránsito que ocurren a diario.
Al examinar los vehículos y controlar que funcionen correctamente se reducen las probabilidades de siniestros viales. Los inspectores de las plantas detectan errores en la instalación de un equipo de GNC, por ejemplo, y así evitan que puedan desprenderse piezas y ocasionar graves inconvenientes. Cabe destacar que en Seguridad Vial hay tres factores principales que generan riesgos: el vehículo (auto, moto), la persona (conductor, peatón), y la vía (calle o ruta). Al revisar los automotores existe menor cantidad de riesgo.
La Verificación Técnica Vehicular también sirve para reducir la contaminación, tanto sonora como ambiental. En las plantas de inspección revisan el estado del caño de escape, que no produzca ruidos fuertes ni hayan quitado el filtro de gases.
Qué controlan en la Inspección Técnica Vehicular
Así como en Santa Fe lo llaman RTO, en Buenos Aires VTV, en Córdoba lo conocen como Inspección Técnica Vehicular o ITV. Este trámite no cambia mucho, consiste en la revisión del estado del rodado. En cualquiera de las tres provincias hay una serie de ítems que coinciden. Este listado de piezas y sistemas a controlar lo establece la Ley Nacional de Tránsito. La normativa fija pautas generales sobre qué verificar de cada vehículo.
Las luces, los neumáticos, la bocina, la dirección y el caño de escape son algunos de los elementos que comparten los distintos rodados, por ejemplo una moto, un auto y un camión. Los ingenieros chequean estas piezas y sistemas en la ITV. Aunque cada Municipio o Provincia puede sumar o modificar los ítems de control.
Multas de tránsito
Todos los vehículos usados deben realizar la Revisión Técnica Obligatoria, VTV o ITV. Así lo indica la Ley Nacional de Tránsito. Los autos nuevos, por ejemplo, están exentos por un determinado tiempo, generalmente dos años. Cuentan con este plazo de gracia ya que se espera que no presenten inconvenientes los rodados cero kilómetro.
Sin embargo, pasado el plazo inicial, luego los automovilistas deben renovar el certificado VTV. Algo así como la oblea del GNC. El trámite se realiza periódicamente, dependiendo el tipo y uso del vehículo. Los autos particulares lo hacen en cierto tiempo, menor al de taxis y remises, por ejemplo.
En caso de no realizar la Verificación Técnica Vehicular los agentes de tránsito están habilitados para hacer multas de tránsito. La VTV es un requisito para circular, si los autos usados no tienen pegado en el parabrisas la oblea están en infracción. Pero además, la Municipalidad puede llevar a cabo operativos específicos, que consisten en una inspección rápida en la vía pública.
Quienes no cumplan con las condiciones de seguridad previstas por la Ley son sancionados con multas, pudiendo a su vez sufrir la retención de la licencia de conducir y el secuestro del vehículo. Esto implica que los agentes de tránsito llevan el auto con una grúa a un depósito o corralón municipal, donde quedará guardado hasta tanto el titular lo retire, con los gastos que eso supone.